Posts etiquetados ‘cuentos’

los cuentos, las historias, surgen de los encuentros. tengo dos cuentos nuevos gracias a una niña, Emma, que conocí en Arganda y gracias a Iván, alumno de uno de los talleres de narración oral que hice en Madrid. Ana, la bibliotecaria de Mota del Cuervo, me contó la historia de Fortunato, su tío abuelo, un cartero republicano superviviente del campo de Gusen. en Mota, además, me enteré de que la alfarería tradicional la hacían allí mujeres cantareras y entré en un molino de viento. conozco ahora nombres de vientos que no sabía: Solano, Matacabras, Ábrego. en Vallecas y en Zuera los niños y las niñas me dieron el regalo de su conversación. el Maratón de los Cuentos de Guadalajara fue una fiesta y aprendí una preciosísima palabra nueva, cortesía de Carlos Rebolo: achifánfanos. que son cosas encontradas en la calle a las que nadie, sino quien las encuentra, da ningún valor. bueno, un recogedor o recogedora de achifánfanos sí sabe reconocer el valor de los propios y los ajenos. yo, lo confieso, recojo achifánfanos.

mi amiga Marina Sanfilippo me envía esta imagen, me dice: «recordando tu pasión»

un hombre pez, un boto brasileño

La imagen es del Museu de Folclore, http://museudefolclore.cnfcp.gov.br/

En el enlace he encontrado información sobre una exposición llamada Os objetos e suas narrativas, de donde copio esto:

«A gente pode entrar ali no Museu do Folclore, pode não haver ninguém falando, pode não haver som algum, estar tudo aparentemente parado, estar tudo aparentemente silencioso e, no entanto, estar tudo falando, eloquentemente, estar tudo gritando com uma força enorme. E é um grito silencioso, é a eloquência do silêncio, é a fala eloquente dos objetos. Cada um por si, cada um dizendo alguma coisa, cada um propondo alguma coisa, cada um chamando para alguma coisa, cada um argumentando de alguma maneira, a favor ou contra alguma coisa, sendo, na verdade, um pedaço de linguagem viva, embora silenciosa.»

sí, claro que sí. como dicen en la web del museo, ¿qué son los objetos sin las historias que los rodean? ningún objeto es mudo. y este cuya imagen me envía Marina me cuenta una historia amazónica y me lleva lejos, lejos en el tiempo y en el espacio, porque me recuerda la época en la que me contaron la historia del hombre pez de Liérganes, hace ya muchísimos años, y cómo esa historia se convirtió en el inicio de mi pasión por los seres extraordinarios y los relatos que los cercan, y recuerdo viajes geográficos y literarios y pienso que sí, que las historias rodean a los objetos, y nos rodean también a nosotros, los humanos que no podemos vivir sin ellas.

la cabaña de Baba Yaga

Publicado: abril 11, 2020 en Uncategorized
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no sé cómo, pero estoy ahí. la cabaña sobre patas de gallina está frente a mí, pero no la puerta. digo las palabras rituales

cabañita cabañita ponte como antes, como madre te dejó

de espaldas al bosque y hacia mí el frente

la cabaña gira sobre su propio eje y la puerta está frente a mí. entro. está vacía. preparo un bizcocho. salgo a la puerta y grito:

¿hay alguien ahí?

y comparto el bizcocho con quien conteste.

al día siguiente diría:

cabañita cabañita, llévame donde quieras

allá donde pueda compartir mi bizcocho

y la cabaña con patas de gallina se movería. iría de bosque en bosque, de camino en camino, de ciudad en ciudad, de barrio en barrio.

la he dibujado así, casi bailando.

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en un cuento la describen dulce «una casita con patas de gallina, apuntalada por un pastelillo, con techo de oblea y que además daba vueltas».

en estos días en los que no podemos salir de casa, pienso que me gustaría vivir en la cabaña de Baba Yaga. sin Baba Yaga. creo.

 

 

regalo y tiempo somos

Publicado: marzo 26, 2019 en Uncategorized
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Este primer trimestre del año está siendo ajetreado: el Maratón del Festival Aragón Negro en el Castillo de Valderrobres, las sesiones de Narralunas en Zaragoza, «Todo por decir» en el Instituto Felix de Azara también en Zaragoza, la preparación y las primeras funciones de la presentación de la 34 Muestra del Libro Infantil y Juvenil, Pinilla del Valle nevado, Hoyo de Manzanares, Arganda, Valdemorillo, Ciudad Rodrigo… Este fin de semana estuve de nuevo en Zaragoza, en el Espacio Bebé de la PAI, dos funciones en las que probé juegos nuevos. Me muevo. Pienso mucho en las lecciones de escucha que me dan las funciones para bebés. Un público especial y misterioso. En el cuadernito en el que anoto lo que cuento y algunas impresiones tras las funciones escribí después de la función de Valdemorillo acerca de la necesidad de «fabricar un silencio desde el cual fuera posible entrar en un mundo». ¿Qué mundo es ese? El presente.  «Siempre manda el presente. Mientras esperamos que llegue el momento de comenzar, un niño imita mis gestos. Yo le miro. El juego con ese niño de la primera fila es el juego para comenzar, el lugar de encuentro entre el público de bebés y yo. No tengo que hacer nada más. Ese es mi punto de partida, lo que tengo que hacer crecer para que ocupe todo el espacio, para que llegue a todos los presentes, a todas las presentes. Digo esto y me parece que cada persona es un presente: un tiempo. Y un presente: un regalo.»

mitos, historias, versiones…

Publicado: septiembre 20, 2018 en Uncategorized
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A veces, un libro te lleva a otro. Eso me sucedió este verano que acaba. Un ensayo de Simic me llevó a un libro inclasificable de Roberto Calasso. Simic y Calasso poblaron mi imaginación en medio del calor. Y por ellos, he vuelto a enamorarme de la mitología griega. De niña me fascinaban los dioses y diosas del Olimpo. De adolescente imaginé que les conocía: Afrodita me enseñaba las artes del amor, con Ártemis y Apolo aprendía el arte del tiro con arco, Atenea me enseñaba a hilar pensamientos y relatos…

Calasso, en Las bodas de Cadmo y Harmonía habla de los dioses con familiaridad, como si los hubiera conocido. Cuenta sus historias, refiere diferentes versiones de un mismo mito, fascinado por todas ellas. Dice

«Los griegos se acostumbraron, como a un hecho normal, a oír las mismas historias contadas con tramas diferentes. Y no existía autoridad última a la que referirse para saber cuál era la versión justa. Homero era el último nombre evocable: pero Homero no había contado todas las historias.»

Pienso en la maravilla de aceptar que un mito sea la suma de todas las versiones que existen de él. Implica una manera de entender la verdad de la que me siento cerca. Nunca hay una sola y única historia acerca de nada. Este pensamiento me da libertad, me obliga a mirar con atención y a no conformarme, me invita a jugar con la diversidad y me estimula. Me dice «cuenta, cuenta…». Y claro, tengo que contar. Soy una hija de Homero.

Disfrutar

Publicado: febrero 11, 2018 en Uncategorized
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Esta semana, además de 6fc9862253ec9312fa9c3e64aaa27582--water-photography-henri-cartier-bressonmi cita de cada miércoles con Nilo en los talleres de ruido y ciudad del CA2M, he tenido tres funciones de cuentos en mi ciudad. Las semanas así son un placer grande. Voy a trabajar en metro, y si me apetece, regreso caminando. He disfrutado cada función, pero si me tengo que quedar con una (lo cual es una tontería, ¿por qué tendría que hacerlo? y sin embargo, lo voy a hacer), me quedo con la del viernes en la Biblioteca José Luis Sampedro. Mientras contaba una niña y un niño se durmieron, vi caras de asombro en algunos rostros adultos, me fue a ver un amigo, una niña se me abrazó en cuanto dejaron de sonar los aplausos, una mamá me dijo orgullosa que su hija se llamaba como la protagonista de uno de los cuentos que conté, una niña que llegó tarde se enfadó con su padre y le hizo prometer que volverían a la biblioteca a escuchar cuentos, otra me hizo meter una zanahoria en un cuento y precisamente esa zanahoria me dio una idea para jugar dentro del relato… Pasaron muchas cosas. Tantas, que cuando acabé no podía ir al cine, como había planeado. Decidí regresar a casa dando un paseo, en el que encontré una moneda de un céntimo en la acera. Estaba de subidón. Saltaba y saltaba, aunque nadie lo viera, aunque por fuera no se notara. La foto es de Henri Cartier-Bresson.

Comencé la temporada haciendo algo que nunca había hecho: el crooner Javier Botella confió en mi para trabajar juntos. He sido algo así como su coach. Un placer.

El 29 de septiembre volví a Perú. Llevaba 11 años sin ir y el reencuentro ha sido estupendo. He trabajado mucho, he estrenado un cuento y comenzado a probar una sesión nueva: «Cuerpos extraordinarios».  Además, he conocido a gente linda: Silvia, Luz, Richard, Cadu, Warley, Ina, Gary, me he reencontrado con gente querida, he visto espectáculos hermosos… participar en el Festival «Déjame que te cuente» invitada por mi amiga Marissa ha sido un placer que he combinado con un seviche espectacular en el Cantarrana de Barranco, causa limeña en casa de Nelly y Pepe y un delicioso pisco souer en la Rosa Náutica.

Llegué a Madrid y casi directamente entré en la sala de ensayos, estábamos en las previas de «Cáscaras vacías» que vuelve a la sala Princesa del María Guerrero. Y allí estará hasta el 12 de noviembre.

El miércoles 18 de octubre Nilo Gallego y yo volvimos al CA2M para hacer el taller ruido y ciudad. Niñas y niños participantes volvieron a maravillarnos con sus definiciones de ruido y de ciudad: «un ruido es para jugar», «la ciudad es un lugar para ser felices».

Este sábado 21, David Blanco y yo hacemos en Móstoles «Otra gente», cuentos contados oralmente y en lengua de signos. David y yo estamos jugando juntos. Como una niña y un niño que se encuentran en una fiesta de cumpleaños y no quieren que sus papás vayan a buscarles.

El inicio de la temporada está siendo así: variado, placentero, amoroso. Lleno de encuentros y reencuentros. Hago cosas que sé y cosas que no he hecho nunca. Estoy contenta con este comienzo. Sí, me dirán, pero también habrá cosas malas o negativas o irritantes ¿verdad? No voy a decir que no, pero esas ¿para qué recordarlas? A lo mejor otro día. Hoy no quiero.